Comienza un curso, y con él, los buenos deseos.
Si usted es una persona meticulosa, se sentará a escribir, con amplio detalle, todo lo que quiere obtener en este curso que comienza. Perfecto.
Se toma, tal vez, toda una tarde para pensar de forma paciente en las distintas áreas de su vida, en qué le gustaría mejorar, cambiar, aprender, lograr, etc. Y satisfecho/a con ello, guarda el papel que contiene la flamante carta de intención, ¡y hala!, a brindar y esperar lo mejor para el nuevo año.
La pregunta: ¿Qué posibilidad cierta hay de que pueda lograr un alto porcentaje de éxito en esos ansiados objetivos?
Si usted es una persona meticulosa, se sentará a escribir, con amplio detalle, todo lo que quiere obtener en este curso que comienza. Perfecto.
Se toma, tal vez, toda una tarde para pensar de forma paciente en las distintas áreas de su vida, en qué le gustaría mejorar, cambiar, aprender, lograr, etc. Y satisfecho/a con ello, guarda el papel que contiene la flamante carta de intención, ¡y hala!, a brindar y esperar lo mejor para el nuevo año.
La pregunta: ¿Qué posibilidad cierta hay de que pueda lograr un alto porcentaje de éxito en esos ansiados objetivos?